Teresa obtuvo la licencia de la farmacia en 1983, emplazada en el Paseo de Gracia de Barcelona, delante de la La Pedrera-Casa Milà. "El Paseo de Gracia era bien distinto al de ahora. Había muchas entidades bancarias y pocas tiendas. Con el tiempo, los bancos se fueron mudando y las tiendas, la mayoría de lujo, empezaron a instalarse. Había también muchas viviendas que poco a poco dejaron paso a las oficinas."
El laboratorio, situado encima de la farmacia era suficiente para empezar a realizar las fórmulas, pero todo era muy manual y simple. Al principio, Teresa realizaba las fórmulas de más volumen (champú, gel de baño..) cuando estaba en turno de noche, que era cada 16 días. Las de menos volumen, en horario de tienda. Estos primeros productos tuvieron una muy buena acogida por parte de los clientes, hecho que animó a Teresa a continuar con su pasión: ayudar a sus clientes a sentirse mejor.